El curso empezó el 6 de mayo. Mis primeras impresiones fueron que éramos un grupo heterogéneo, que a la profe (Teresa) le gustaba su trabajo y lo contagiaba y que yo estaba muy nerviosa y "oxidada". A medida que ha ido avanzando el curso, curiosamente, me ha ido pareciendo que el grupo se homogeniza. Mi nerviosismo sigue existiendo, pero soy consciente de que disminuye cuando la materia me resulta conocida y aumenta a medida que vamos entrando en temas "difíciles" para mi (como la informática y las cuestiones más creativas). También, claro, en los exámenes. Supongo que todo ésto tendrá que ver con mi inseguridad congénita (discutible...¡ya lo sé!¡No empecemos!).
Durante las primeras dos semanas y media, nos vamos conociendo. Nos ayudan las dinámicas de grupo propuestas por Teresa. Mi miedo principal es el de no ser capaz de seguir el ritmo del curso y creo que si va a haber que hacer muchas cosas en casa, no voy a poder. Con la perspectiva que me da el tiempo (dos meses ya), me ha ido mejor de lo que pensaba. Sin embargo, siempre se me queda un poco de "insatisfacción". Siento que voy un poco "por los pelos" en cuanto a afianzamiento, profundización...en los conocimientos. Vamos, que siempre se puede hacer mejor.
En cuanto a las tareas de estas primeras semanas:
- Mural de seguimiento de la lectura del manual del curso. Se pone en evidencia nuestra falta de creatividad (desde luego, la mía sí). METAMORFOSIS: esperamos acabar el curso convertidos en mariposas (formadores ocupacionales).
- Se nos atragantan los niveles estratégicos (al grupo en general), y Teresa tiene que incidir en el tema.
- Y... llegó el examen.
Para mi supone una evaluación inicial de mi misma y también del tipo de exámenes que seguirán. Una vez conozco la nota, reflexiono sobre el método de evaluación. Está genial. Buscando y proporcionando a los alumnos la posibilidad de obtener notas altas, se motiva. Cuando hay mayor diferencia en las puntuaciones, se sume como si nada. Al ver que todos estamos cerca..., y cuando yo nunca he sido "de 10", automáticamente pensé: "¿y lo que falta?¿dónde está? Es curioso, me encanta. Es como en "Mentes Peligrosas" cuando "la Pfeiffer" les dice a sus alumnos que tienen el 10 y "sólo" tendrán que trabajar para conservarlo.